viernes, 19 de diciembre de 2008

NOBIS Artículo de Blas Brítez, publicado en el Correo Semanal del Diario Ultima Hora, el sábado 16 de agosto de 2008.

LAS MULTIPLES Y BELLAS VISIONES DE UN BARRIO DE ASUNCIÓN.
El guitarrista y cantante del grupo de black metal SABAOTH, Juan Ramírez Biedermann, también es escritor. Con NOBIS demuestra que su escritura apuesta alto en la narrativa.

Aunque haya una ausencia de línea teórica acerca de los denominadores comunes que signan la narrativa para guaya de los últimos cincuenta años, se puede decir que la literatura de este país, de un tiempo a esta parte, se abre a nuevas perspectivas, atentas (conscientes o inconscientes) a los cambios que el Paraguay y su amplio alrededor experimentan en un mundo pos todo. Por un lado, las generaciones literarias del 70 y del 80 ya vinieron desarrollando desde hace varios años una forma de contar medianamente renovada, anclada en el tiempo de la lucha por apresurar el natural crepúsculo de la dictadura stronista, su superación, sus inmediatos años posteriores.
Por otro, los nuevos escritores y escritoras, nacidos justamente entre la década del 70 y el 80, bajo otros paradigmas políticos, culturales y sociales, ofrecen novedades que vienen marcadas por el desapego al guión histórico y el acercamiento más modesto y oblicuo a las densidades del pasado y el presente.
Esa es la vertiente, posiblemente, de la narrativa del escritor paraguayo Juan Ramírez Biedermann. Una vertiente bastante nueva y necesaria para superar la previsibilidad de las narraciones más clásicas, por así llamarlas. Prevalece en ella la intención de dotar a los relatos de una profundidad y una fecundidad interpretativas mayores, afinarlos en el concierto de la narrativa mundial actual. Nacido en 1976, Ramírez Biedermann cuenta hoy con 32 años, lo que quiere decir que su vida literaria apenas está empezando.
Sin embargo, la lectura de su primer volumen de cuentos, Nobis, revela la madurez de la pluma del joven escritor. Una madurez poco común en nuestro medio, hay que decirlo. En trece cuentos de factura cualitativamente dispar, aunque todos atractivos en sus historias, el autor hace un vuelo rasante sobre la vida asuncena, más específicamente sobre la del barrio Las Mercedes de la capital paraguaya. En esta misma especificidad radica, quizás, la originalidad de Ramírez Biedermann o, como mínimo, su honestidad y multiplicidad narrativas: pocas veces un barrio asunceno es el verdadero protagonista de un libro, sea de ficción o no. Y como el barrio es un orbe pequeño, reducido, aunque de cabezas cual hiedras, lashistorias de Nobis están subrepticiamente entrelazadas por formar parte de la misma matriz. Todas ellas suceden en el pequeño radio del barrio. Como ejemplo, vayan los cuentos titulados “Los relámpagos”, “Las simas” y “Las pavesas ”. En ellos, una joven necesita una pastilla para “solucionar” un embarazo; el farmacéutico, cuya nostalgia es la cifra exacta del barrio en el túnel del tiempo, muestra su capacidad abortiva congénita; el hombre que embarazó a la joven confirma su estupidez, pero esta vez tomando el micrófono y no simplemente escondido detrás de la voz can-
tante. Es decir, ninguno de ellos puede escapar a la interrelación existencial y hallan, el uno en el otro, una ineludible forma de confrontar diversas versiones y visiones de un mismo hecho. En “Los inquilinos”, la supuesta presencia de Mengele (“El ángel de la muerte”) por poco más de un mes en un hospedaje de Las Mercedes es una perfecta excusa para bus-car meandros intrahistóricos del Paraguay, bien en la línea de la narrativa latinoamericana más reciente. Además, es evidente que, técnicamente hablando, el autor tiene bien leído su Henry James (de hecho una frase suya es un epígrafe de un cuento) o su William Faulkner, pues maneja aceptablemente, con algunos altibajos pero siempre con conciencia del oficio, la maquinaria del cuento.
Hay que tener bien en cuenta a Juan Ramírez Biedermann cuando se habla del cuento contemporáneo en Paraguay. Mucho más actualizado y astuto que otros exponentes autodesignados “buenos cuentistas”

No hay comentarios: