miércoles, 13 de junio de 2012

Nota en Revista WILD - Edición de junio 2012

Bajada: Fui una triste victima de los prejuicios. Me imaginé que la persona que abriría la puerta para esta entrevista sería la versión de Juan que conocía por la biografía de su libro y de lo poco que sabía de él: un metalero abogado y escritor. Y admito que esperé que Juan se vistiese como metalero y hable de forma críptica y misteriosa. Pero él no es lo que hace ni lo que le gusta. Es Juan nomás. Al entrar pensé que me equivoqué de casa, porque no fue un metalero quien me abrió la puerta. Era un señor de camisa blanca, con corbata azul y zapatos lustrados bien brillantes. Había leído su libro Nobis ese mismo día, y quería preguntarle mil cosas acerca del libro. Me aguanté, y empecé por el principio. Sabaoth nació en 1992, engendrado por Juan y un grupo de amigos. Fue el primer grupo de black metal que trascendió las fronteras nacionales y es quizás, uno de los mejores grupos de la historia del rock paraguayo. Voy a ser franca, nunca escuché a Sabaoth porque no es del género que suelo escuchar, pero gracias a su éxito sabía del grupo hace mucho tiempo. Sigue siendo tan grande que aún llenan todos los locales en donde tocan. En aquella época sin internet, la historia de Sabaoth empezó a través de casetes. Existía un sistema por el cual la gente intercambiaba música alrededor del mundo, grababan casetes y correspondían con otras personas de afinidades musicales similares. Mediante eso, el grupo de Juan conoció a muchas personas de alrededor del mundo que les enviaban grabaciones de álbumes de Metal que jamás hubiesen conseguido escuchar de otra forma. Se hicieron amigos de unos noruegos que después pasaron a formar otros grupos de Black Metal conocidos mundialmente(Emperor, Burzum, entre otros). En 1993, con el grupo ya formado desde el año anterior, el grupo grabó su primer demo: Dentro del Culto En 1994 grabaron su segundo demo, Southern Twilight. Con Southern Twilight se hicieron conocidos a través del inframundo metalero, y recibieron excelentes críticas de la prensa mundial. En 1995, el grupo grabó su álbum debut titulado Sabaoth. Un año después, tocaron en Buenos Aires junto a Sarcófago, un conocido grupo brasileño del mismo género. Ya no quedaba duda que Sabaoth era un pionero e ícono del Black Metal sudamericano. En 1999 lanzaron Windjourney, y en 2008 Les Illuminations. Las canciones de Sabaoth están muy influenciadas por la literatura, particularmente Les Illuminations, que contiene versiones musicalizadas de los poetas malditos franceses del siglo de XIX como Paul Verlaine, Charles Baudelaire, Arthur Rimbaud, Stephan Mallarme y el Conde de Lautrémont. Y he ahí la conexión que Juan tiene con la literatura y la música. A la par de sus actividades musicales, Juan estudió derecho. Recién en el año 2000 empezó a escribir y ganó varios premios literarios como el concurso de cuentos del Club Centenario. En junio de 2007, el FONDEC publicó un libro de cuentos llamado Nobis, que fue el que leí antes de ir a entrevistarlo. Mediante este libro, fue contactado por la editorial peruana Altazor. Con esta editorial, publicó sus dos primeras novelas: El fondo de nadie (2010) y Plegaria de Penumbras (2011). En 2011, El Fondo de Nadie recibió una mención de honor del Premio Nacional de Literatura. Todos los cuentos transcurren en el barrio Las Mercedes de Asunción, y naturalmente, quise saber por qué. Juan vivió allá la mayoría de su vida, y por casualidad, coincidencia o destino, siempre retorna allí, ya sea por trabajo u otras actividades. La escritura le sirve para reflejar todo lo que vivió, y esto se ve en sus personajes. Todos están descritos meticulosamente por sus acciones, silencios, gestos, y actividades diarias. Escribe lento porque se toma su tiempo, y lo hace todos los días aunque sea un ratito a cualquier hora que tenga libre. Estuve un buen rato diciéndole lo que pensé de Nobis. Me gustó su estilo, y particularmente su uso del español paraguayo que muchos escritores nacionales omiten. Todavía me falta leer sus novelas, pero por lo que rescaté de la conversación, parecen reflejos aún más vívidos de personajes reales con lados oscuros y hermosos. Juan tuvo la oportunidad de presentar su libro en Europa y varios lugares de Sudamérica, siempre con una buena recepción del público. Incluso le tocó dar una conferencia en Alemania donde todos, sorpresivamente, pudieron conocer su libro porque hablaban español. Después de la larga conversación que inevitablemente se descarrió hacia literatura mundial y autores favoritos y monstruos de Lovecraft, concluí que Juan es una persona que definió sus gustos y se dio cuenta que podía hacer que su imaginación se concrete. No lo veo como alguien que persigue el éxito, sino alguien que lo consigue porque lo que hace se merece ser exitoso y conocido. De hecho, en un viaje a Noruega, Juan visitó un museo de Black Metal por ocio, y se encontró con que un disco de Sabaoth está ahí como parte de la historia del género musical. Como decía Baudelaire, “El hombre acaba por parecerse a lo que quisiera ser.”