viernes, 9 de noviembre de 2012

NOTA EN E´A

Si hablamos de Juan Ramírez Biedermann, no sabemos si se trata de un músico que escribe novelas o de un escritor que lidera una banda de Black Metal. En esta nota explica lo que significa dedicarse a estas dos ramas del arte y habla sobre “Plegaria de penumbras”, su segunda novela. Juan Ramírez Biedermann además de escritor, es músico y abogado. Bajo el pseudónimo de Zethyaz, desde 1992 está al frente como vocalista y guitarrista de la banda más representativa de la música pesada de nuestro país: Sabaoth, emblema del black metal sudamericano que supo ser reconocido en Europa y buena parte del mundo. De origen nacional y pioneros del estilo en el continente, Sabaoth lleva publicados tres discos: “Sabaoth”, en 1995; “Windjourney”, en 1999 y “Les Iluminations”, en 2008. Como buena banda del género, las canciones de Sabaoth hablan del dolor, la oscuridad y la angustia. Pero es con “Les Iluminations”, su tercer disco, en donde definen su propuesta y marcan de manera más fuerte la conexión de la banda con la literatura, ya que hablamos de un disco conceptual basado en los escritos de los poetas malditos franceses. En su vertiente literaria lleva editados tres libros. Su primera publicación se denomina “Nobis”, una selección de relatos breves que data del 2007, única obra suya publicada por una editorial nacional. En el 2009, un cuento de “Nobis” fue incluido en la antología “Asamblea Portátil”. Mediante la lectura de este cuento, y como le pareció muy bueno, el editor en jefe de la editorial Altazor del Perú contactó con Ramírez Bierdermann. Meses más tarde, Altazor publica su primera novela, “El fondo de nadie”, en 2010; y también “Plegaria de penumbras”, su segunda novela, al año siguiente. Además, Ramírez Biedermann recuerda que Altazor organizó una gira de presentación del libro denominada “Primera Gira de Narradores latinoamericanos” en 2010, en la que participó junto con varios escritores del continente, de un viaje en el cual recorrieron 5000 kilómetros en veinte días, visitando diez ciudades incaicas para difundir sus obras. “Una experiencia inolvidable”, confiesa el escritor. La idea de Juan de publicar a través de una editorial extranjera obedecía al deseo de que su obra trascienda las fronteras. “El problema de la difusión de la literatura paraguaya es francamente agobiante. Salvo clásicos y autores consagrados, en el mundo se conoce muy poco de lo que se escribe hoy en día en el Paraguay. Eso molesta y duele. Creo que nuestra literatura merece tener un espacio propio en el marco de la narrativa latinoamericana que hoy se está leyendo”. Ramírez Biedermann tiene una idea bastante clara acerca de la dificultad con la que puede tropezar cualquier joven escritor paraguayo para encontrar una editorial que pueda publicar su obra. “En el Paraguay existe una marcada carencia de editores. Y cuando me refiero a Editores, me refiero a aquella persona o agencia encargada de evaluar, con criterio literario y estético, principalmente, y también comercial, por supuesto, al momento de decidir qué libro publicar. Esta situación desanima a los nuevos autores, con seguridad”. Es así que Ramírez Biedermann asume saber lidiar sin mayores contratiempos con las facetas de músico, escritor y abogado que le toca desempeñar en la vida. “Todo lo hago de manera natural. Muchas veces no es fácil conciliar las obligaciones laborales con las artísticas. No obstante, las ganas y la convicción hacen que todo se pueda, de alguna u otra forma”, dice Juan. Dentro del culto Me comentaste que también mediante Altazor pudiste presentar “Plegaria de penumbras” en varios países de Europa. ¿Cuál fue la receptividad durante las presentaciones? Exacto. Estuve en Paris, en Madrid, en Ginebra y en la Feria del Libro de Frankfurt. La receptividad fue excelente. No sólo latinoamericanos residentes en Europa asistieron a las presentaciones, sino también alemanes y franceses hispanoparlantes, gente que concurría a los eventos para comprar los libros, interesada en acceder a lo que se escribe en el Paraguay. Realmente fue una experiencia inolvidable, valiosísima. ¿Cómo definirías “Plegaria de penumbras”? Plegaria de penumbras es un acercamiento en prosa a la presencia del mal entre los hombres. El mal físico, que podría manifestarse a través de las enfermedades, de las tragedias materiales que padece el hombre en sus diversas especies. También es un acercamiento al mal intelectual, volitivo, que se concibe y se ejecuta de manera consciente y adrede. A partir de ahí se desarrolla un relato fragmentado y disonante que, para ser construido, recurre a la historia, a la religión y la cotidianeidad del barrio Las Mercedes. Hay una nueva camada de escritores jóvenes en nuestro país que se están asomando hace un buen tiempo. ¿Qué tan difícil es el camino a recorrer para los jóvenes escritores paraguayos? En el Paraguay se está escribiendo muchísimo, y bien. Los libros de Verónica Rojas Schaeffer, Rubén Acosta Gallagher, Mónica Bustos, Rolando Duarte Mussi, José Pérez Reyes, Javier Viveros, y de varios más, deberían estar en manos de nuestros lectores. El principal problema, como mencioné al inicio de esta nota, es la dificultad para publicar y distribuir. Quizá las redes sociales sean el canal para difundir la literatura paraguaya. Ojalá. Necesitamos imperiosamente encontrar un espacio para llegar a la gente. ¿Qué pensás de internet? ¿Te parece que incentiva a la lectura del objeto material que es un libro? O todo lo contrario, ¿distrae a la gente? Internet depende del usuario. Es una herramienta, no una entidad. El problema está en que muchas veces los usuarios no tienen formación. Por ende, mal utilizan la herramienta, y gastan o desperdician tiempo y energía en entretenimiento. Estoy convencido de que internet puede ser una herramienta valiosísima para la difusión de la literatura, y para la investigación en general de autores y críticas. ¿Cómo se dio para que las letras del último disco de Sabaoth se basaran en los escritos de los poetas malditos franceses? Fui a un concierto de Paco Ibáñez, y quedé conmovido con la poesía de Góngora, de Quevedo y otros en la guitarra y voz de ese señor. Fue como una iluminación. Vinculé inmediatamente el destino fatídico de los poetas malditos con el de algunos músicos del Black Metal. Había una indiscutible afinidad en los temas, en los sentimientos que laten en estos artistas. También en la angustia. A partir de ahí comencé a seleccionar poemas de Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire, Mallarmé, entre otros, y a componer las primeras melodías de lo que sería el disco de Sabaoth, que terminó llamándose “Les illuminations”, título de uno de los libros de Arthur Rimbaud. ¿Se podría decir que la música llegó a influir en tu escritura al mismo nivel que la literatura en tu música? Creo que la música y la literatura interactuaron en todo momento en mi trabajo como creador, ya sea en el campo musical como en el narrativo. Sabaoth y mis libros apelan a temas y recursos estéticos similares. En algunos casos se asisten, como levantados con la misma materia y con la misma voluntad. Los músicos que hacen metal extremo generalmente se caracterizan por ser grandes lectores. Es casi un requerimiento si tenemos en cuenta los temas que tratan sus canciones. ¿Es así? Estoy seguro de que existen muchos músicos, en general, que leen literatura y, en algunos casos, que escriben. Puedo contar una anécdota muy reciente. Encontré por casualidad a Tomas Lindberg, cantante de At the gates, en el lobby de un hotel en Buenos Aires. Al decirle que era de Paraguay, me contestó al instante que la semana anterior había terminado de leer un libro de Augusto Roa Bastos. Cuál, le pregunté. Lo leí en sueco, respondió, en inglés sería “Son of man”. Creo que sería un ejemplo palpable de lo que has mencionado. La música, el arte en sí, se alimenta de todo: de otras disciplinas artísticas, de la historia, de todas las manifestaciones del hombre. Para adquirir un ejemplar de “Plegaria de penumbras”, contactar a jrbiedermann@gmail.com Abajo, los link de dos músicas de Juan Ramírez: http://www.youtube.com/watch?v=hmOIJ0a1f5k http://www.youtube.com/watch?v=Dy0kpSdovpA

UNA PLEGARIA EN LA FLORIDA

Una Plegaria en la Florida. La semana entrante, en conjunto con otros escritores y artistas nacionales, por invitación de la Secretaría de Políticas Lingüísticas, estaré en la Feria del Libro de Miami. La idea es la de siempre: seguir difundiendo lo que se escribe en Paraguay. NOBIS, EL FONDO DE NADIE, PLEGARIA DE PENUMBRA, espero que mis libros lleguen a cuantos lectores sea posible.