domingo, 18 de diciembre de 2011

Plegarias y penumbras de la historia. Artículo de Eulo García - Correo Semanal del Diario Ultima Hora - 17/12/2011

En las penumbras de Asunción, o de la Historia, se suceden contínuamente el misterio, la obsesión, las epidemias, la fe inmisericorde, la crueldad, la oscuridad agazapada y el grito ciego de la desesperación de las personas que buscan vanamente una respuesta redentora, arrojada al vacío por la genialidad o la insanía de Dios. Estos vaivenes existenciales (la vida misma)se suceden también en Plegaria de Penumbras, la última novela del narrador paraguayo Juan Ramírez Biedermann, publicada por Ediciones Altazor de Perú, y que fuera presentada semanas atrás en nuestra capital. En ella, Ramírez Biedermann traza un recorrido discursivo que hurga en la historia, la religión y la política desde un contexto local, urbano, real y fantástico, cuyas piezas se entrelazan y se comunican entre sí a través de diálogos, textos periodísticos y boradores de textos, y de ilustraciones encontradas en un "portaplanos rosado". Esta interrelación de piezas y elementos se da también, sobre todo, a través de silencios compartidos o inevitablemente impuestos por impotencia de los personajes o por retobada implacabilidad de la historia. HISTORIAS DEL BARRIO LAS MERCEDES. Al igual que su anterior novela (EL FONDO DE NADIE, ALTAZOR - Perú, 2010), el barrio Las Mercedes de Asunción vuelve a ser protagonista de la historia, en la que se sumergen las particulares angustias existenciales de Venancio, Belén y Cecilia,principalmente, quienes son víctimas, o meros destinatarios, de las absurdas incoherencias de la humanidad, mientras que algunos comentarios dispersos sobre la obra del historiador Juan E. O´Leary, escritos por un tal Henri Clement, se pasean en penumbras, o son la penumbra misma de la historia del Paraguay, o de la historia de la crueldad. "El Paraguay es un país que vive -me cuenta Juan en una improvisada, aunque sin desperdicio, conversación por chat- que late con adversidades e injusticias profundas. No obstante, gracias a una ecuación incomprensible, parecería ser que sus habitantes asumen y disuelven todo mal en lo cotidiano y en el veneno de la resignación. Sólo a veces, con acontecimientos extremos, parecería surgir esa fuerza desproporcional que desemboca en la reacción, en la necesidad de gritar al mundo que exiten dignidad y ganas de tener un lugar mejor para vivir. Ciertamente, Plegaria trata de describir acontecimientos que pudiesen generar alguna perturbación a esa calma". En cuanto a la técnica utilizada en la novela, señala que "el elemento fantástico está como velado, no explícito, precisamente para dar ese tono indefinido de toda tragedia, que no se sabe de dónde provino ni por qué. Es evidente que esa fragmentación obedece a la técnica faulkneriana; no sólo la estructura formal, sino esa especia de desgracia impregnada a los diálogos y a la perspectiva de los personajes". Sobre el origen de la novela, Ramírez Biedermann cuenta que la empezó a escribir en el 2000, a partir de la idea de construir un relato sobre la batalla de Piribebuy, en la Guerra de la Triple Alianza, que fue generando la línea argumental de la novela y su tema principal, cual es la presencia del mal en la humanidad. Gracias a la Editorial que publica la novela, la misma fue a Madrid, Paris, Ginebra y a la Feria del Libro de Frankfurt, y fue presentada por el propio autor.

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